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jueves, 10 de octubre de 2013

LA PRIMA
Hace rato una prima no daba tanto de que hablar, esta semana ha sido la familiar más nombrada, deseada y a la vez odiada por la mayoría de los colombianos. Desde hace un par de días todos estamos indignados porque el gobierno aprobó nuevamente una prima de casi ocho millones de pesos para nuestros “honorables congresistas”, pariente que había sido eliminada a través de un fallo del Consejo de Estado en días pasados. Gracias al nuevo Decreto de la prima, la cantidad de insultos, chistes, canciones e historias del tema no paran, al igual que las reacciones de los congresistas quienes hasta ahora han decidido aceptar tranquila y solapadamente la tal prima, a excepción de cuatro congresistas que al parecer prefirieron ser consecuentes y respetuosos con el Consejo de Estado y sus electores. Al final "entre primos más me arrimo" y aceptar una pariente solvente es más conveniente que soportar lecciones de ética y decencia.
Como les había expresado en la anterior entrada, se avecinan pasos de gigantes, ya estamos a pocos meses de las elecciones y nuestros congresistas ya tienen que empezar a mover sus maquinarias. Tal vez “no aceptar a la prima”, como lo hizo el señor Lozano, _de quien me sorprende bastante su decisión_, sea un típico acto populista, pero al menos sé que no estaré patrocinándole el despilfarro del erario público. Seamos sinceros, indigna la cantidad de dinero que se gasta en unas personas que fueron elegidas por un pueblo lleno de ilusiones, sueños y favores y a la vez hay desconsuelo al ver el salón Elíptico casi vacío en la mayoría de las plenarias, se ve tan solo, que en las imágenes se notan más los míticos fantasmas del congreso que el par de congresistas que están en el recinto.
Costearle el sueldo a una persona que no tiene la decencia de aparecer y que mediocremente desempeña sus funciones es inaudito, pero ante todo es injusto. Pagarle casi veinticinco millones de pesos a un honorable hijo de su patria es tan doloroso como comerse un Bon bon bum y que no tenga chicle. Para esa gracia es mejor entregarle el congreso a un grupo de freelance que son expertos en diferentes áreas, que no van a exigir primas, carros, celulares, seguridad y lo mejor, no necesitan comprar votos!
Recuerde que a partir de ahora es cuando más vigilado debe tener a su electo congresista y a su posible candidato, con actos como el de la prima y su cómoda respuesta queda manifiesta la importancia que  su senador/representante tiene por el gasto público. Ya depende de todos en seguir indignados momentáneamente o que nuestra indagación se vea reflejada el nueve de marzo después de un “desayunito bien trancado” en las urnas.

Gracias por pasar y saludes a la prima.